“La documentación consiste en la recogida y exposición sistemática y estética (a través de escritos, imágenes, paneles, vídeos, palabras de los niños y niñas, productos gráficos) de los procesos educativos. No se trata sólo de plasmar lo acontecido, sino de construir -en diversos formatos- un producto público que dé cuenta narrada de lo vivido.”- Alfredo Hoyuelos, 2007

Alfredo Hoyuelos, 2007.

La documentación se asemeja a un proceso de investigación donde se analiza, reflexiona y registran los grandes hallazgos que responden una gran pregunta: ¿Cómo aprenden las personas?, durante el ejercicio de documentar se observan con detenimiento los estilos de aprendizaje y pensamiento de los participantes.  

Al trabajar con una mirada constructivista valorando aquellas “anécdotas” diarias que se convierten en oportunidades increíbles para descubrir la mente de nuestros estudiantes, la documentación a través de ese registro que podemos observar y escuchar una y otra vez,  nos abre un mundo de posibilidades y ventajas para hacer frente a los cuestionamientos diarios, establecer oportunidades de mejora y potenciar aquellas estrategias pedagógicas que nos están dando resultado.  

La documentación nos ayuda a conectar y justificar nuestras acciones diarias ante un currículum. Para aquellas familias o profesionales que aún no comprenden cómo aprenden los niños mientras son respetados, valorados y sus ideas son el hilo conductor dentro de nuestros proyectos escolares. 

“Ver para creer”. El sentido de la vista sigue siendo el preferido de los adultos para confiar en lo que no podemos entender con tanta facilidad… y es allí donde los videos, fotografías y voces de nuestros participantes organizados de manera sistemática, narran una historia que nos permite hacer evidente el proceso de aprendizaje y el por qué y para qué desarrollamos las experiencias propuestas. 

La documentación da valor al trabajo cotidiano de estudiantes y docentes y a través de ella podemos presentar de mil maneras maravillosas ese trabajo consciente que podría pasar desapercibido por la falta de entendimiento sobre la propuesta Reggiana. 

La documentación nos habla sobre el espacio, de las relaciones, los detalles y miradas desapercibidas y los descubrimientos que se han olvidado con el paso de los días.

 

“Como persona que ha tenido la oportunidad de visitar escuelas en todas partes del mundo, puedo decir las de Reggio Emilia son los más impresionantes que he visto” (Gandini, et.al, 1998, p.35). Howard Gardner

 

La experiencia Reggiana propone prácticas innovadoras en el ámbito de la educación, como la documentación,  que hoy son un modelo pedagógico para todas las escuelas del mundo 

Documentar es un término que se refiere al proceso de recopilación de evidencias dentro de diferentes ámbitos científicos e investigativos. Es probar cosas con documentos. (Rae, 2010).

Documentar es una práctica rigurosa y reflexiva a cargo de los docentes que se lleva a cabo todos los días y sirve como base de la evaluación sobre el ejercicio en sala y los procesos de enseñanza- aprendizaje tanto grupal como individual.

En Alborada desde temprana edad, construimos la documentación de la mano de nuestros niños, niñas y jóvenes, haciéndolos participes conscientes de sus procesos de aprendizaje, lo que les permite identificar sus logros, sus dificultades y valorar su trabajo y el de su grupo. Así pues, la documentación en Alborada constituye una herramienta también metacognitiva.

Otro aspecto relevante tiene que ver con la exigencia estética que pone a prueba nuestra creatividad y sensibilidad, sobre lo cual hablaremos en otro artículo. 

Lo que hoy entendemos por documentación pedagógica lo debemos en buena parte a nuestros colegas de Reggio Emilia, Italia que iniciaron a mediados del siglo pasado (décadas de 1960 y 1970).