Para comenzar, los invito a investigar para descubrir los resultados de la neurociencia de la meditación donde se muestran los cambios cerebrales que suceden cuando tenemos una actitud atenta y consciente.

Tal vez uno de los desafíos más complejos de estos tiempos de hiper conexión y cultura multi task, y cuando empezamos a conocer la importancia de estar conectado con el momento presente, es cuando también entendemos por qué las nuevas generaciones están desarrollando grandes dificultades de aprendizaje, dificultades emocionales y de salud física también, producidas por el estrés y la ansiedad que genera esa necesidad inconsciente inmediatez. 

La buena noticia en medio de esto es que la biología nos permite moldearnos y ser escultores de nuestro propio cerebro con sus múltiples obstáculos.

Cuando meditamos tenemos la oportunidad de mirarnos a nosotros mismos y de observar detenidamente el mundo que nos rodea, viviendo el momento presente de una manera consciente como un hábito que todos deberíamos incorporar en nuestra vida.

Desliguemos el concepto que tiene la meditación visto desde la religión o desde la espiritualidad netamente, y quiero que hoy pensemos en una práctica que nos permite regalarnos un tiempo para nosotros mismos. Un tiempo para disfrutar del silencio y escuchar nuestro cuerpo. 

Qué nos duele, cómo nos sentimos hoy, qué nos está preocupando y cuáles son nuestros deseos. 

El cerebro tiene tendencias defensivas como esconderse del presente, depender de los hábitos, seleccionar sus pensamientos y resignarse a la emoción, y es allí donde ese tiempo de silencio y conciencia con nosotros mismos cobra valor. 

 

BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN:

 

  • Reduce los efectos del estrés
  • Aumenta la capacidad de concentración y atención
  • Mejora la memoria y las funciones cognitivas
  • Promueve la aparición de pensamientos positivos
  • Aumenta la tolerancia al dolor y nos trae a un nivel superior de conciencia sobre nuestras necesidades.

 

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Tips para meditar

Hablemos de algunos tips sencillos para empezar a escuchar nuestro cuerpo y aprender a meditar paso a paso:

Encontrar el mejor momento para ti, el tipo de meditación y postura son la clave para desarrollar el hábito de meditar. 

Prueba con diferentes meditaciones y posturas y escoge la que más comodidad te ofrece y te aporte el estado mental ideal para hacerlo.

Es frecuente asociar meditación a quietud, Pero también podemos entrenar la atención plena mientras realizamos otras actividades como caminar, nadar, practicar yoga, o en mi caso, mientras cocinas, a mi me cuesta mucho estar en completa quietud por mucho tiempo, y en mi búsqueda personal, los últimos meses descubrí en la cocina, un espacio increíble de meditación. 

Por marcha meditativa entendemos un momento de conexión espiritual especial mientras caminamos en silencio,  en dialogo personal y en profundo contacto con nuestro entorno inmediato.

Cuando hablamos de meditación estamos haciendo referencia a un estado en el que la persona que medita se conecta con lo escencial, se dispone en contacto con lo que hay a su alrededor y en su interior, sin juzgarlo. La meditación no es una comprensión intelectual del mundo, es una experiencia.

No se podría hablar de «hacer meditación». Cuando meditamos, en realidad se está buscando encontrar las condiciones que favorecen el contacto con lo esencial. Ese contacto es la meditación. 

Meditar constituye un ejercicio de transformación personal en el que la persona se abre desde su interior, con el objetivo de escucharse y conocerse.

Cuando se sabe meditar, se puede permanecer en actitud meditativa en diferentes formas; es decir, la persona está en contacto interior con lo esencial y con su yo profundo, haga lo que haga.

 

Te dejamos algunos tips prácticos para meditar:

    • Ponte ropa cómoda y quítate los zapatos. También olvídate de llevar reloj u otros complementos. Lo importante es que estés cómodo y centrarte en el aquí y el ahora.
    • Busca el lugar que más tranquilidad te aporte para que puedas estar relajado y sin que nadie te interrumpa. No es necesario que sea en tu casa, también puede ser en un parque o en la playa. Todo lugar que te permita estar cómodo servirá para que estés inmerso en la meditación.
    • Como estás empezando en la práctica de la meditación, cierra los ojos y céntrate en tu respiración, escuchando los sonidos de tu cuerpo.
    • Acepta los pensamientos que van surgiendo y sigue adelante.
    • Acepta todos los pensamientos relacionados con problemas personales o inseguridades que te vengan a la mente porque es normal que surjan. Y es que la meditación consiste en eso, aceptar los pensamientos y emociones para conseguir el bienestar mental.
    • Aumenta progresivamente el tiempo que le dedicas a la meditación.
    • Empieza poco a poco para ir aumentado. Empieza por un minuto y ve con base en tus posibilidades.
  • Inclúyelo a tu día a día.

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